Lilypie First Birthday tickers
Hacernos eco de ese papel imprescindible de madres y padres es desempolvar nuestros propios sentimientos del niño/a que fuimos. Sentirlo es la base del cambio. Y la reivindicación es fundamentar la felicidad de la infancia, su armonía como personas, más en contacto en nuestra relación ecológica en el mundo. Al fin y al cabo, es el primer ecosistema al que tenemos que proporcionar cuidado, el de la crianza responsable.
Òscar Llago i Giménez

miércoles, 23 de marzo de 2011

A mi amorcito

Si es posible…

letra y música: Sebastián Monk



Para ellos, el asiento que da a la ventanilla,

la mejor parte del jamón del medio.

Para ellos las hadas, los duraznos, las cosquillas.

Para mi los retos, la vejez, el tedio.



Para ellos la zona tibia de la cama en el invierno,

el lado fresco de la almohada en los veranos.

Para ellos empezar la primer hoja del cuaderno,

para mí, el despertador que suena bien temprano.



Para ellos el olor a albahaca y todos viernes,

para ellos el muslo del pollo y los Havanna.

Para mi los apretujes en los trenes,

los tormentos, la estrechez, las pocas ganas.



Para ellos las caricias con pinceles en la nuca,

la dicha de un domingo con abuelos,

las frutillas con crema y mucha azúcar.

Para mí, el albañil que no termina, los desvelos.



Para ellos los ratones, Papá Noel, los Reyes Magos,

la banana de la ensalada de fruta, el kanikama.

Para mí las expensas, el mecánico, los pagos,

para ellos un ratito de quedarse en nuestra cama.



Para mí el insomnio y viajar parado en colectivo,

las tapas del pan lactal endurecidas,

las jaquecas, los problemas digestivos,

los calambres, los engaños, las partidas.



Para ellos las tardes de jugar en la vereda,

el cine, el circo, el sol, los elefantes.

Para mi, lo que quede si es que queda

que teniéndolos felices ya es bastante.



Las espinas del pescado atragantadas,

los esguinces, las fracturas, los desplantes,

la fiebre, las toses, las patadas,

el mal modo, las respuestas humillantes,

los dolores de muelas, lo terrible,

la inacción, las contracturas en el cuello.

Al tratarse de mis hijos, si es posible,
que me duela todo a mí en vez de a ellos.